Tus hábitos de consumo para mejorar tus finanzas
personales
Poner en orden tus finanzas personales requiere en primer lugar que conozcas cuáles son tus hábitos de consumo, para que así puedas llevar a cabo una buena planeación financiera.
En medio de la vorágine de decisiones de compra que
tomamos durante el día – cuando se tenía
libertad de salir y estaban disponibles los centros comerciales - , a veces
es difícil distinguir entre las buenas costumbres de compra y los malos hábitos
de gasto que nos dificultan ahorrar. Tales hábitos se mantienen inclusive con nuevas
formas de comprar en tiendas virtuales desde casa.
Lo que debes aprender a definir es cuáles de esas
adquisiciones aportan un valor real a tu bienestar personal o familiar y cuáles
solo resultan en sentimientos de arrepentimiento.
Para hacerlo respóndete con sinceridad las
siguientes preguntas:
¿Tus gastos están
alineados con lo que es realmente importante para ti?
La libertad financiera no es sólo ahorrar dinero,
poder gastar en bienes y servicios y tener la capacidad de mejorar tu
vida. Por el contrario, puede ser muy fácil gastar en cosas que no son de
verdadero interés para tu vida simplemente por aparentar frente a los
demás o por pura costumbre.
Creer que se puede gastar simplemente porque se
tiene, es un error muy común y garrafal. Saber para qué ahorras y en qué
gastas tu dinero es la clave para alcanzar las metas de vida que quieres.
Para asegurarte que tus objetivos a largo plazo no
están siendo devorados por las cosas pequeñas, lleva un registro cuidadoso de
tus gastos. Verás qué fácil es identificar los desembolsos hormiga que nada te
aportan.
¿Tu gasto te está
ayudando a forjar riqueza?
A veces gastar en cosas que construirán tu riqueza
puede ser desagradable o no te hará sentir bien, pero es lo mejor a mediano o
largo plazo.
Si tienes fondos para invertir en nuevo equipo para
tu negocio o adelantar el pago de algún crédito, de momento no sentirás el
beneficio, pero a la larga será benéfico para tus finanzas.
Enfócate en gastar en lo que puede darte
rendimientos o ahorrar para invertir. Gastar dinero siempre ha sido fácil,
pero para hacerte de un capital importante requiere hacer sacrificios y saber
decirse no.
Prevenir el futuro y ahorrar para cosas
primordiales también es una buena motivación. Para ello, debes preguntarte ¿qué
es lo que tú y tu pareja esperan de la vida de aquí a cinco años? ¿De aquí a
10? ¿Cómo quisieras que fuera tu vida en el futuro?
¿Tu gasto te hace
feliz?
Mientras que algunas compras pueden producir una
dosis de emoción inmediata, esas decisiones impulsivas pueden hacerte
sentir remordimientos después que afectan tu salud mental y emocional.
Para que eso no te pase, haz una pausa y
piensa si realmente quieres gastar tu dinero en eso. ¿Esa compra te dará
una felicidad momentánea o realmente aporta algo a tu bienestar general?
En reflexionar
está la raíz de todo y, por ello, antes de hacer un gasto indebido que afecte a
tus finanzas, sé honesto y evalúa cuáles desembolsos realmente se alinean con
tus valores y lo que realmente quieres para tu futuro.
Todo gasto es un acto emocional, requiere un enorme
esfuerzo personal para comprender entre lo importante y lo superficial, para
ello requiere establecer metas personales precisas de libertad financiera,
siendo este estado una sensación permanente de paz económica sin sufrir
carencias y poder asumir situaciones de emergencia como lo que estamos
viviendo, se sugiere tener un colchón (ahorro) económico para poder sobrevivir
sin ayuda externa por lo menos para 3 meses.
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