viernes, 22 de mayo de 2020

La inteligencia emocional en el desarrollo de la inteligencia financiera

Finanzas Personales
 La inteligencia emocional en las 
       finanzas personales
22/05/2020

¿Sabías que la inteligencia emocional en el manejo de tus finanzas personales te permitirá 

 conseguir resultados positivos?  Hacer crecer tu patrimonio económico depende de la manera

 en la que te relacionas con el dinero.

La inteligencia emocional es el desarrollo de tu capacidad para reconocer, entender y gestionar tus emociones para mejorar cómo te relacionas con otros y tomar decisiones que te ayuden a alcanzar tus metas.

Las emociones pueden ser positivas o negativas y la manera en que las asumas y proyectes se reflejará en tu felicidad o descontento; hablando desde el punto de vista de tus finanzas, en que las puedas concretar.

La inteligencia emocional no tiene que ver con el coeficiente intelectual ni los conocimientos en general, sino con el conocimiento de nosotros mismos y la manera en que actuamos y reaccionamos ante diversas situaciones.

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Hacer crecer tu patrimonio, o ahorrar,  tiene mucho que ver con aplicar este tipo de inteligencia en las finanzas personales, ya que para establecer metas, hacer presupuestos y cumplirlos debes ejercer autocontrol y disciplina.

Aunque te parezca que no tienen relación, la forma en la que manejas tu dinero está directamente ligada con el estado de ánimo. En el sentido positivo, cuando no cedemos al impulso de comprar por un deseo, y en el negativo cuando nos abruman la preocupación y la angustia si nos endeudamos excesivamente.

Como se muestra en esta infografía, y explicamos más adelante, hay habilidades específicas que debes desarrollar y señales de alerta que debes identificar para tomar las decisiones financieras que ayuden a forjar tu capital:

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Habilidades a desarrollar

Desarrollar tu inteligencia en el sentido emocional requiere que adquieras estas cinco habilidades:

  • Conciencia de uno mismo

Implica que sepas reconocer tus emociones en cada momento de tu vida y cómo afectan a tus acciones y decisiones.

Es como realizar un análisis FODA de ti mismo, en el cual identifiques tus fortalezas y oportunidades, así como tus debilidades y amenazas.

Conocerte a fondo te permitirá detectar tus errores, como gastar por impulso, y encontrar las soluciones, como elaborar un presupuesto y apegarte a él.

  • Autocontrol

Es una habilidad necesaria para ponerte límites y compensar tus debilidades desarrollando fortalezas.

En el plano financiero, lo aplicas cuando refrenas el impulso de realizar una compra hasta que meditas y analizas la utilidad del objeto o servicio para tu vida y tu patrimonio.

  • Motivación

Es lo que te incita a esforzarte y perseverar para alcanzar tus metas.

Si quieres comprar una casa o pagar la educación superior de tus hijos, deberás establecer un plan de acción a través del ahorro y la inversión, y el anhelo de lograr tu sueño te servirá de suficiente motivación para no cejar en tu empeño.

  • Empatía

Si te conoces a ti mismo es más fácil que reconozcas las emociones de los demás y cómo tus acciones y decisiones influyen en ellos. Podrás entender cómo se siente tu familia con respecto a la manera en la que se administra el dinero en el hogar y lograr que se trabaje en conjunto para conseguir los objetivos del mes.

Esto servirá tanto para mantenerte firme en el manejo inteligente de tus emociones respecto del dinero como para orientar a otros para alcanzar su propio equilibrio financiero.

  • Relacionamiento social

Se basa en habilidades sociales que nos permiten relacionarnos con otras personas de manera satisfactoria y eficaz siguiendo las normas establecidas en el entorno en que nos desenvolvemos, desde el laboral hasta el comunitario.

Tratar de empatar tu nivel de ingreso con tu estatus social es una manera inteligente de lograr un equilibro que te permita, tanto establecer relaciones sanas con quienes te rodean como la tranquilidad de pertenecer a un grupo en donde el dinero tiene más o menos el mismo significado.

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Identifica tus detonadores negativos

Aun cuando te esfuerces por tener unas finanzas sanas, hay emociones que pueden llevarte a tomar malas decisiones financieras. Reconocerlas te ayudará a frenarlas.

Estas son algunas de ellas:

  • Complacencia

Sentirte financieramente seguro puede hacerte relajar tu disciplina y descuidar tus objetivos financieros.

Aun cuando las cosas te vayan bien en el presente, visualiza los obstáculos y problemas que puedes enfrentar en el futuro y cómo te puedes preparar mejor para enfrentarlos.

Invertir en seguros y tener un fondo de ahorro para emergencias son siempre buenas ideas.

  • Envidia

Enfocarnos en lo que otros tienen y no en lo que personalmente nos satisface solo nos lleva al fracaso emocional y financiero.

Lo que es conveniente para una persona no lo es necesariamente para otra. Si no se identifica y controla este sentimiento, terminamos endeudándonos para adquirir lo que en realidad no necesitamos, sintiéndonos en el fono insatisfechos .

Analiza tu situación particular y tus necesidades, y establece metas de acuerdo a tus ingresos y tus propios sueños, haz que tus finanzas sean una herramienta para sentirte tranquilo contigo mismo.

  • Presunción

Buscar ser el primero en tener o el que más tenga nos lleva a un círculo vicioso de gasto irreflexivo que afecta negativamente a nuestras finanzas.

De nuevo, detente antes de comprar y piensa en función de tus necesidades y tus metas financieras a futuro. Recuerda que la paciencia que tengas hoy te redituará en una mayor satisfacción mañana.

  • Negligencia

Descuidar la organización de tus finanzas afectará a tu tranquilidad financiera y, a futuro, a tu patrimonio.

Dedicar tiempo y esfuerzo a llevar tu presupuesto mes a mes, incluso para registrar tus gastos mínimos de cada día, resultará en un mejor manejo de tu dinero y el cumplimiento de tus metas.

  • Angustia

Estás consciente de que tus finanzas personales requieren de control y orden, pero te preocupa tanto la situación que mejor la evitas.

Con esta reacción, cualquier situación financiera que pudieras enfrentar no prospera. Lo mejor es "tomar el toro por los cuernos", como se dice coloquialmente, y analizar tus opciones para solucionarlo.

  • Pereza

Para algunas personas, hablar de números y cuentas ya es lo suficientemente complicado como para que pierdan todo el interés.

Adquirir cierta educación financiera básica es esencial para tener unas finanzas personales sanas y forjar un patrimonio, aun y cuando los números no sean tu fuerte.

No necesitas saberlo todo, pero si lo suficiente para tomar decisiones acertadas.

  • Resentimiento

Los problemas financieros pueden ser abrumadores y afectar a tus relaciones personales, sobre todo cuando comparas tu situación con la tranquilidad con que viven otras personas.

No permitas que este sentimiento se apodere de tu vida y responsabilízate del manejo de tu dinero. Tu bienestar financiero depende solo de tus propias decisiones.

Reconocer tus emociones respecto al dinero y cómo lo inviertes o derrochas es el primer paso para identificar qué motiva tus decisiones financieras y tomar cartas en el asunto.

Establece metas positivas, desarrolla las habilidades emocionales para mantenerte en el camino de su consecución y disfruta de tranquilidad financiera ahora y en el futuro.